domingo, 28 de septiembre de 2014

La Costa se prepara para contener el impacto de ‘El Niño’

En los siete departamentos del Caribe las autoridades empezaron a intensificar las labores de dragado de los cuerpos de agua, los controles de consumo y los planes de reserva para evitar el desabastecimiento por la inminente escasez de lluvias


Donde antes había peces, hoy hay seis perros. Merodean entre el polvorín que por la sequía circunda en la Ciénaga de Mallorquín, en el Atlántico. A ellos todavía no se les asoman las costillas, como sucede desde hace un par de meses con buena parte de las cabezas de ganado en Sucre, donde los campesinos temen que con el impacto del fenómeno de El Niño las “vacas flacas” hayan llegado para nunca más irse.
Este árido panorama es el que se repite en los siete departamentos que conforman la región Caribe. Solo en el Atlántico, la inversión requerida por la empresa Triple A para evitar desabastecimiento en Barranquilla y otros 14 municipios fue de $2.100 millones, en la compra de un moderno equipo de dragado en 2013, para reforzar los trabajos de mantenimiento preventivo en la dársena del acueducto.
El peor temor de Sofanol Orellano, un pescador de 63 años nativo del corregimiento de La Playa, es justo ese, que si la temporada seca persiste en la Costa, como lo anunció el Ideam, el jadeo permanente de los animales que lo acompañan cada mañana a la orilla de ciénaga termine en un silencio obligado, cuando mueran de sed.
Hace varios meses que este veterano, con 40 años de experiencia en el oficio, no pesca. El volumen de los cardúmenes de róbalos, lisas y chivos que acostumbraba capturar con su atarraya ha disminuido tanto, que se hizo poco rentable la tarea de navegar en su canoa y ver el amanecer sobre las aguas.
“Antes salía y cogía hasta un tanque de camarón, hoy uno no recoge ni tres libras, y por cada una pagan $2.000”, dijo el pescador, que ahora se dedica a la siembra de mangles.
Como Orellano, son muchos  los pescadores en la región que por la falta de lluvia han tenido que dedicarse a otras actividades para poder sostener a sus familias y empapar de esperanza el panorama al que se enfrentan. Tal es el caso de la mayoría de los 98 miembros de la Asociación de Pescadores de La Playa, Asoplaya.
Las grietas, no solo invaden el terreno, sino los mangles secos. Son apenas una muestra de la erosión que provoca en el Caribe la falta de lluvia, lo que se repite en otros cuerpos de agua como el Lago del Cisne.
La presencia de El Niño incide en que el océano Atlántico y el Mar Caribe se enfríen más, y en esa medida esa disminución de la temperatura del agua da lugar a que no haya suficiente alimentación en esos sistemas y que por tanto se reduzca el índice de precipitaciones.
Pese a que la alerta emitida a finales de abril por el Ideam, advierte sobre el 68% de probabilidad de que el país sufra una fuerte sequía entre julio, agosto y septiembre por la inminente llegada del fenómeno de El Niño, aún hay dudas acerca de si el Caribe está preparado para enfrentar sus efectos.
Pronóstico. Este fenómeno se caracteriza por el aumento de la temperatura, lo que incide en el pronóstico de las precipitaciones. Según el jefe de Pronósticos y Alertas del Ideam, Cristian Euscátegui, esto no quiere decir que dejará de llover, sino que lloverá menos.
Para dimensionar el impacto que tendrá el fenómeno en los siete departamentos de la Costa hay que hablar de valores, y de acuerdo Euscátegui, la reducción de las lluvias en la región será del 40%, en comparación con lo que regularmente llueve en esa temporada.
Es decir, si el promedio de lluvias en el Atlántico y Magdalena es de entre 150 y 200 milímetros por mes, las precipitaciones solo llegarían a los 80 milímetros mensuales.
En el caso de Barranquilla, solo lloverá el 60% de lo que llueve normalmente, lo que equivale a entre 80 y 100 milímetros por mes, durante octubre, noviembre y diciembre, la temporada de mayor precipitaciones. Y, durante la temporada seca, julio, agosto, septiembre, 80 milímetros por mes.
Abastecimiento. En el Atlántico, los trabajos de prevención del riesgo que está realizando Triple A consisten en extraer el material que viene sobre las aguas del río Magdalena, que es la fuente de abastecimiento, lo que permite reducir la cantidad de sedimentos, asegurar la captación del agua , incluso frente a una reducción del caudal por ausencia de lluvias.
“El dragado es clave ante una eventual llegada del fenómeno de El Niño, porque garantiza el ingreso de los volúmenes requeridos de agua cruda, para bombearlos a las plantas de tratamiento y, abastecer sin inconvenientes a los usuarios”, señaló Ramón Hemer, gerente de Operaciones de Triple A.
Las autoridades estiman que el río Magdalena tiene un caudal aproximado de 7.200 metros cúbicos, por lo que es muy difícil que logre secarse, como sí ocurre con otros como el Guatapurí,cuyo caudal es de 11 metros cúbicos.
El nivel del Magdalena se reduce si no hay lluvias, pero no se agota; lo que para el caso de la captación en Barranquilla, genera seguridad en su disponibilidad como recurso hídrico.
Desde el punto de captación del Acueducto de Barranquilla se abastecen las viviendas, negocios, colegios y empresas clientes de Barranquilla, que son 266.190 ; en Soledad, 109.481; en Galapa, 7.318; en Tubará, 1.661 ; en Juan de Acosta, 3.288; en Usiacurí, 1.466; y en Piojó, 912; lo que  representa un total de 390.316 clientes afectados, en el caso de que Triple A no tuviera en marcha el plan de contingencia para afrontar los secos caprichos de El Niño.
En Puerto Colombia, son 9.641 clientes, y el agua la captan en la bocatoma Las Flores, cerca de la desembocadura del Magdalena. Mientras que la captación en Ponedera, a través de barcaza, cubre a este municipio, con 2.876; y a Sabanalarga, con 12.117, la de Sabanagrande -que es también con barcaza- cubre a esa población, con 5.018 clientes; Santo Tomás, con 4.573; Palmar de Varela, con 4.701; Baranoa, con 9.382; y Polonuevo, con 2.714.
Cuando se presentan épocas prolongadas de sequía, como la actual, la empresa intensifica el dragado y desplaza las barcazas a puntos de mayor profundidad dentro del río, para mejorar la captación del agua cruda.
Dos veces por día, Triple A mide el nivel del río, revisa el comportamiento de lluvias y nivel del caudal en su recorrido por todo el país.
Consumo. En promedio, una familia barranquillera está conformada por 4.3 personas y los registros de consumo de agua potable oscilan en 16 metros cúbicos por mes, es decir, que al día una familia puede necesitar 0.53 metros cúbicos de agua potable para suplir sus necesidades, tales como preparación de alimentos e higiene básica.
De acuerdo con los cálculos del acueducto local, una persona al día requiere de unos 124 litros para atender sus necesidades básicas, según lo que el consumo de la ciudad podría estar por el orden de los 166 mil metros cúbicos de agua potable al mes.
Cuidado. Para el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, esta advertencia no solo debe darse con ocasión de la temporada seca que se avecina.
“El llamado a controlar el consumo de agua es a todos los usuarios del recurso hídrico, no solo a los ciudadanos frente al servicio de acueducto; sino a los agricultores, ganaderos e industriales para que ayuden a conservar las fuentes”, dijo Henao.
El funcionario recordó que las empresas prestadoras de acueducto deben adoptar medidas para mejorar los sistemas, con las inversiones necesarias para afrontar el fenómeno. Asimismo, los usuarios deben disminuir sus consumos y evitar fugas en los aparatos haciendo los arreglos correspondientes.
Las autoridades ambientales son las responsables de fortalecer la protección de las cuencas, lo que implica reforestar y controlar la contaminación, como ocurre en la Ciénaga de Mallorquín, donde la CRA adelanta un proceso de dragado desde el 18 de diciembre de 2013, como parte del proyecto de Recuperación Hídrica de los caños Auyama, Arriba, Mercado y Ciénaga de Mallorquín, licitación -por valor de $37 mil millones-  fue otorgada a la Unión Temporal Recuperación Hídrica, cuyo representante legal es José Francisco Fiorillo Sarmiento.
Efectos. El mayor efecto que podría originar la reducción de los niveles del río Magdalena es la llegada del fenómeno de la “cuña marina” al municipio de Puerto de Colombia, por la cercanía de la bocatoma Las Flores con el Mar Caribe.
El fenómeno, consiste en la entrada de agua del mar al río y sucede en zonas de contacto entre el agua dulce y el agua salina. Si hay una alteración del sistema, como por ejemplo una disminución del caudal del río como pasa durante la sequía, esta agua de mar se traslada al interior del río, penetrando el agua marina debajo del agua dulce.
Como medida de contingencia, Triple A realiza mezclas del agua producida en la planta de Puerto Colombia con el agua del Acueducto de Barranquilla.
Sanciones. La estrategia de control de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, CRA, es la de aplicar la resolución N°493 de 2010, que busca desincentivar los consumos máximos de cada usuario y establecer las tarifas para aquellos que sobrepasen los niveles fijados.
Dicha resolución, sólo será activada en el momento en que el Ideam determine que es estrictamente necesario, y regirá solo en las zonas en donde esta entidad defina como de mayor vulnerabilidad, entre ellas está la Costa.
La sanción la aplicarán teniendo en cuenta los metros sobre el nivel del mar en los que se encuentra la población y los metros cúbicos de agua consumidos por cada hogar, sin importar cuántos usuarios vivan allí.
El promedio mensual de consumo en las poblaciones del Caribe –que están a menos de mil metros bajo el nivel del mar– es de 17,5 metros cúbicos, por lo que la autoridad considera consumo excesivo a los hogares que superen los 35 metros cúbicos.
Cada metro cúbico por encima de ese valor lo cobrarán al doble del costo de referencia, que para Barranquilla (en el estrato más alto, seis) es de $2.905 por metro cúbico de agua antes de aplicarle contribuciones.
Sobre adónde irá el dinero recaudado por sanciones, el ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, argumentó que todo lo recaudado será destinado a la protección, reforestación y conservación de las cuencas hidrográficas abastecedoras de acueductos municipales y a campañas que incentiven el uso eficiente del agua, de conformidad con el Decreto 4317 de 2004.
Ahorro de agua
Las recomendaciones del Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico son: examinar las llaves de agua, cañerías y tuberías de los exteriores por si tienen fugas, regar los jardines en la noche solo una vez por semana, usar un vaso con agua para cepillarse los dientes, instalar sanitarios de bajo consumo, revisar los empaques de las llaves al menos 2 veces por año, y evitar el uso de mangueras de agua.
Texto publicado en el diario EL HERALDO el 18 de mayo de 2014. Barranquilla, Colombia. 

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